Angélica Arce narra su experiencia personal con la Comunidad Ancestral Indígena de Honduras. Municipio de Morales- Cauca. Experiencia de práctica profesional con OCOPOLIS y comunidades indígenas. En el marco del proyecto “Ruta de incidencia política en el sistema general de regalías, para comunidades afrodescendientes e indígenas”

“Lo que jamás vio ojo alguno, lo que ningún oído oyó, lo que nadie pudo imaginar, es lo que la vida tiene preparado para cada uno de nosotros”, es lo que aconteció en este momento cuando por uno de mis compañeros se pensó las prácticas administrativas en el municipio de Morales – Cauca, con el proyecto de “Ruta de incidencia política en el sistema general de regalías, para comunidades afrodescendientes e indígenas”. Inicialmente habíamos priorizado cuatro municipios que nos darían la oportunidad de vernos y de alguna manera seguir conectados a pesar de estar lejos de nuestra ciudad de origen y donde se encontraba nuestras familias, amigos y un tiempo vivido.

Una cosa es lo que se planea y otra lo que en realidad sucede, en primera medida se retrasó el tiempo pensado para darle paso a esta nueva aventura, que traería consigo grandes sorpresas, una de ellas es que no se podría trabajar con comunidades afrodescendientes y otra que ya no me encontraría sola a miles de kilómetros de casa, pues dos compañeros más estarían en este hermoso lugar, viviendo diferentes aventuras y creciendo como personas, en nuestro rol de vivir lejos de lo que es conocido y como futuros administradores públicos.

El lugar donde se dio comienzo a esta nueva etapa de vida es Morales – Cauca, ubicado a 25 minutos de Piendamó y a una hora de Popayán, la capital departamental. La comunidad ancestral con la que se llevaría a cabo el proyecto es Honduras, siendo el territorio ancestral indígena más amplio de Morales con una extensión de 24.527 ha. Esta comunidad pertenece a la etnia Nasa.

Honduras mi lugar favorito en el mundo

 

Pasado dos días de vivir en Morales nos disponíamos a viajar a una de las veredas del territorio ancestral, no se llevó a cabo este viaje por el clima, pues ese día llovía y llovía, por otro lado el alcalde del cabildo (Guillermo Zambrano) me presentó al señor Alfredo Campo un promotor en la creación de la emisora de Morales, que tenía un gran recorrido en la parte radial, así que no dudo en enseñarme las instalaciones de la emisora y llevar a cabo un programa sobre el proyecto que realizaría con el territorio ancestral indígena de Honduras.

Al siguiente día, gracias a el ex gobernador (William Grey) del territorio ancestral indígena de Chimborazo nos entrevistamos mi compañero Andrés y yo con un concejero de la asociación de cabildos Uh Wala Vxic, a los cuales se les propuso el proyecto, lo que género en ellos una gran aceptación ya que la misión de la asociación es presentar diferentes proyectos en beneficio de la comunidad.

Trascurrió la semana conociendo a diferentes personas que hacían parte del cabildo y del proceso de la lucha indígena, uno de esos personajes es el señor Luis Eider Zambrano y Omar Becoche. El mayor Eider Zambrano es administrador público y el día que lo conocí nos dio una explicación de la importancia del Plan de Vida y los avances que hasta el momento se habían llevado con la persona encargada de ejecutar el proyecto. Por otro lado el mayor Omar Becoche es economista y seria por un tiempo el enlace entre la alcaldía y los cabildos para la ejecución de proyectos.

A la semana siguiente el mayor Eider Zambrano decidió con autorización del cabildo organizar el archivo, con el objetivo de encontrar actas donde se explicara la distribución presupuestal del Sistema General de Participaciones S.G.P  y el dinero que sería entregado al proyecto Plan de Vida, esto por cada una de las Juntas de Acción Comunal J.A.C. de las 21 veredas del Territorio. Así aconteció el primer mes, ya el 3 de abril realicé mi primer viaje al territorio, ya que no viviría en el resguardo sino en la cabecera municipal, este día conocí la sede del cabildo que se encuentra en la vereda Lomitas y a los 16 cabildantes. En la sede se llevaron a cabo grandes reuniones sobre las dificultades que afrontan el cabildo en su parte administrativa y el territorio ancestral.

Para el 10 de abril realicé mi segundo viaje al territorio, pero esta vez a la parte alta (Tierradentro), en este momento fueron evidentes todas las necesidades que la comunidad planteaba en las actas que días anteriores estaba tratando de organizar. Se estaba llevando a cabo la ampliación de la vía, lo cual era necesario. En muchos momentos sentí que caeríamos al precipicio y que lo único que nos detendría seria el río Inguitó. Al finalizar la reunión conocí a dos mujeres empoderadas pues eran presidentas de la J.A.C. de dos veredas, esto era muy inusual en Honduras, pues las mujeres siempre se veían en las cocinas y no tomando decisiones.

Pasados doce días teníamos otra reunión programada con la comunidad de la parte alta, había aun asuntos presupuestales pendientes, en esta oportunidad nos acompañó un concejal de Honduras y un concejero de salud del CRIC.

Las cosas comenzaron a agudizarse en la cabecera municipal y en la zona campesina o como se le conoce la zona plana, se difundían más panfletos, teníamos toque de queda, estaba prohibido estar después de las 7:00 p.m. en las calles, ya que no se respondía por las personas que fueran asesinadas. Para el mes de mayo se realizaron algunas reuniones en la sede del cabildo y para el día 9 de este mes estaba programado resolver un caso jurídico en la vereda Medellín. Temía por mi vida, ya que en Bogotá se vive en una burbuja y hasta el momento no había pasado por algo así. Cuando llegué a Morales el mayor me comentó que ese día había habido una reunión en la zona plana y existían una lista de 200 personas que serían asesinadas, entre ellos se encontraban gobernadores, cabildantes, comuneros y campesinos, el miedo me invadió pues como ya lo dije no había pasado por esa situación.

Para este mes se realizó con la secretaria, el fiscal, el gobernador del cabildo y un mayor, una visita secreta a la zona veredal que se encontraba en el municipio de Caldono, al norte del Cauca, en esta visita se intentó aclarar cosas relacionadas a la lista que circulaba. Se nos hizo tarde, así que pasamos la noche en una casa, fue eterna la noche, me despertaba cada hora, pensando que ya era hora de irnos, pues me sentía intranquila. Cuando amaneció seguían las travesías, en el carro que nos movilizábamos casi no lograr subir una parte de la montaña, finalmente entre la colaboración de todos salimos de Caldono y llegamos a la casa del cabildo, donde Nelly como siempre nos tenía preparados un café calientico.

Para el mes de mayo se dio apertura a los primeros dos talleres que se habían formulado desde el observatorio con la importancia que sería para comunidades indígenas. La ejecución de este primer taller fue un poco complicada, ya que se decidió por parte del gobernador que las personas a capacitar serian ellos mismos, lo que no se había podido planear por las obligaciones que se poseen en el cabildo de Honduras, por la extensión del territorio, generaba que se agudizaran los problemas. En las dos sesiones que se pudo llevar a cabo con ellos, recibían llamadas y por ente debían salir a cumplir con compromisos sin poder terminar la capacitación. Otro factor relévate para el incumplimiento de las capacitaciones fue que debían movilizarse los fines de semana al resguardo pues ya que debían ocuparse de su rol como agricultores y padres de familia.

Buscando alternativas para poder llevar a cabo el proyecto se trabajó finalmente con dos personas, una era el mayor Luis Eider y Paola, ella se encontraba trabajando con el cabildo en la ejecución del Plan de Alimentación Escolar P.A.E. En el desarrollo de las capacitaciones se evidencio la importancia de recuperar las prácticas ancestrales en la población semilla, pues todos los problemas que presentaba el territorio ancestral indígena de Honduras eran causa de la desarmonización. Finalmente en compañía de ellos dos se formuló el proyecto “Fortalecimiento de la comunicación tanto para los  padres e hijos, como para los usos y costumbres de la palabra en el Territorio Indígena de Honduras en el Municipio de Morales – Cauca”.

Por otro lado desde el momento que comenzamos a compartir con los cabildantes se habló del XV Congreso Regional del Cauca que se llevaría a cabo en Rio Blanco – Sotará,  en este congreso se efectuaron los lineamientos en temas relacionados con educación, salud, ambiental, gobierno propio, administración y defensa del territorio en todo el departamento del Cauca. El congreso se realiza desde el 24 de febrero de 1971, cuando se da inicio al proceso de organización denominado Consejo Regional Indígena del Cauca –CRIC- el cual fue fundamental para la reivindicación por parte del Estado a las comunidades Indígenas.

 Ilustración 2 Rio Blanco - Sotará

 

Finalmente luego de concluir mi tiempo de prácticas administrativas y nuestro paso por los resguardos, doy inmensa agradecimiento a la vida y al Observatorio por permitirnos evidenciar las problemáticas que viven los indígenas y campesinos en sus lugares de vivienda, el tener la fortuna de compartir con personas que solo tenían amor por ofrecer a pesar de haber sido golpeados por la violencia, donde aun estando a kilómetros de mi casa siempre sentí el calor de un hogar. Cuando las cosas en Morales se complicaron y sentía miedo por mi vida, tome la determinación de no abandonar el proyecto pues ya había adquirido un amor y compromiso con cada uno de las personas que hicieron de Honduras mi lugar favorito en el mundo.