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Experiencia de practica profesional con OCOPOLIS Angelica Arce

Angélica Arce narra su experiencia personal con la Comunidad Ancestral Indígena de Honduras. Municipio de Morales- Cauca. Experiencia de práctica profesional con OCOPOLIS y comunidades indígenas. En el marco del proyecto “Ruta de incidencia política en el sistema general de regalías, para comunidades afrodescendientes e indígenas”

“Lo que jamás vio ojo alguno, lo que ningún oído oyó, lo que nadie pudo imaginar, es lo que la vida tiene preparado para cada uno de nosotros”, es lo que aconteció en este momento cuando por uno de mis compañeros se pensó las prácticas administrativas en el municipio de Morales – Cauca, con el proyecto de “Ruta de incidencia política en el sistema general de regalías, para comunidades afrodescendientes e indígenas”. Inicialmente habíamos priorizado cuatro municipios que nos darían la oportunidad de vernos y de alguna manera seguir conectados a pesar de estar lejos de nuestra ciudad de origen y donde se encontraba nuestras familias, amigos y un tiempo vivido.

Una cosa es lo que se planea y otra lo que en realidad sucede, en primera medida se retrasó el tiempo pensado para darle paso a esta nueva aventura, que traería consigo grandes sorpresas, una de ellas es que no se podría trabajar con comunidades afrodescendientes y otra que ya no me encontraría sola a miles de kilómetros de casa, pues dos compañeros más estarían en este hermoso lugar, viviendo diferentes aventuras y creciendo como personas, en nuestro rol de vivir lejos de lo que es conocido y como futuros administradores públicos.

El lugar donde se dio comienzo a esta nueva etapa de vida es Morales – Cauca, ubicado a 25 minutos de Piendamó y a una hora de Popayán, la capital departamental. La comunidad ancestral con la que se llevaría a cabo el proyecto es Honduras, siendo el territorio ancestral indígena más amplio de Morales con una extensión de 24.527 ha. Esta comunidad pertenece a la etnia Nasa.

Honduras mi lugar favorito en el mundo

 

Pasado dos días de vivir en Morales nos disponíamos a viajar a una de las veredas del territorio ancestral, no se llevó a cabo este viaje por el clima, pues ese día llovía y llovía, por otro lado el alcalde del cabildo (Guillermo Zambrano) me presentó al señor Alfredo Campo un promotor en la creación de la emisora de Morales, que tenía un gran recorrido en la parte radial, así que no dudo en enseñarme las instalaciones de la emisora y llevar a cabo un programa sobre el proyecto que realizaría con el territorio ancestral indígena de Honduras.

Al siguiente día, gracias a el ex gobernador (William Grey) del territorio ancestral indígena de Chimborazo nos entrevistamos mi compañero Andrés y yo con un concejero de la asociación de cabildos Uh Wala Vxic, a los cuales se les propuso el proyecto, lo que género en ellos una gran aceptación ya que la misión de la asociación es presentar diferentes proyectos en beneficio de la comunidad.

Trascurrió la semana conociendo a diferentes personas que hacían parte del cabildo y del proceso de la lucha indígena, uno de esos personajes es el señor Luis Eider Zambrano y Omar Becoche. El mayor Eider Zambrano es administrador público y el día que lo conocí nos dio una explicación de la importancia del Plan de Vida y los avances que hasta el momento se habían llevado con la persona encargada de ejecutar el proyecto. Por otro lado el mayor Omar Becoche es economista y seria por un tiempo el enlace entre la alcaldía y los cabildos para la ejecución de proyectos.

A la semana siguiente el mayor Eider Zambrano decidió con autorización del cabildo organizar el archivo, con el objetivo de encontrar actas donde se explicara la distribución presupuestal del Sistema General de Participaciones S.G.P  y el dinero que sería entregado al proyecto Plan de Vida, esto por cada una de las Juntas de Acción Comunal J.A.C. de las 21 veredas del Territorio. Así aconteció el primer mes, ya el 3 de abril realicé mi primer viaje al territorio, ya que no viviría en el resguardo sino en la cabecera municipal, este día conocí la sede del cabildo que se encuentra en la vereda Lomitas y a los 16 cabildantes. En la sede se llevaron a cabo grandes reuniones sobre las dificultades que afrontan el cabildo en su parte administrativa y el territorio ancestral.

Para el 10 de abril realicé mi segundo viaje al territorio, pero esta vez a la parte alta (Tierradentro), en este momento fueron evidentes todas las necesidades que la comunidad planteaba en las actas que días anteriores estaba tratando de organizar. Se estaba llevando a cabo la ampliación de la vía, lo cual era necesario. En muchos momentos sentí que caeríamos al precipicio y que lo único que nos detendría seria el río Inguitó. Al finalizar la reunión conocí a dos mujeres empoderadas pues eran presidentas de la J.A.C. de dos veredas, esto era muy inusual en Honduras, pues las mujeres siempre se veían en las cocinas y no tomando decisiones.

Pasados doce días teníamos otra reunión programada con la comunidad de la parte alta, había aun asuntos presupuestales pendientes, en esta oportunidad nos acompañó un concejal de Honduras y un concejero de salud del CRIC.

Las cosas comenzaron a agudizarse en la cabecera municipal y en la zona campesina o como se le conoce la zona plana, se difundían más panfletos, teníamos toque de queda, estaba prohibido estar después de las 7:00 p.m. en las calles, ya que no se respondía por las personas que fueran asesinadas. Para el mes de mayo se realizaron algunas reuniones en la sede del cabildo y para el día 9 de este mes estaba programado resolver un caso jurídico en la vereda Medellín. Temía por mi vida, ya que en Bogotá se vive en una burbuja y hasta el momento no había pasado por algo así. Cuando llegué a Morales el mayor me comentó que ese día había habido una reunión en la zona plana y existían una lista de 200 personas que serían asesinadas, entre ellos se encontraban gobernadores, cabildantes, comuneros y campesinos, el miedo me invadió pues como ya lo dije no había pasado por esa situación.

Para este mes se realizó con la secretaria, el fiscal, el gobernador del cabildo y un mayor, una visita secreta a la zona veredal que se encontraba en el municipio de Caldono, al norte del Cauca, en esta visita se intentó aclarar cosas relacionadas a la lista que circulaba. Se nos hizo tarde, así que pasamos la noche en una casa, fue eterna la noche, me despertaba cada hora, pensando que ya era hora de irnos, pues me sentía intranquila. Cuando amaneció seguían las travesías, en el carro que nos movilizábamos casi no lograr subir una parte de la montaña, finalmente entre la colaboración de todos salimos de Caldono y llegamos a la casa del cabildo, donde Nelly como siempre nos tenía preparados un café calientico.

Para el mes de mayo se dio apertura a los primeros dos talleres que se habían formulado desde el observatorio con la importancia que sería para comunidades indígenas. La ejecución de este primer taller fue un poco complicada, ya que se decidió por parte del gobernador que las personas a capacitar serian ellos mismos, lo que no se había podido planear por las obligaciones que se poseen en el cabildo de Honduras, por la extensión del territorio, generaba que se agudizaran los problemas. En las dos sesiones que se pudo llevar a cabo con ellos, recibían llamadas y por ente debían salir a cumplir con compromisos sin poder terminar la capacitación. Otro factor relévate para el incumplimiento de las capacitaciones fue que debían movilizarse los fines de semana al resguardo pues ya que debían ocuparse de su rol como agricultores y padres de familia.

Buscando alternativas para poder llevar a cabo el proyecto se trabajó finalmente con dos personas, una era el mayor Luis Eider y Paola, ella se encontraba trabajando con el cabildo en la ejecución del Plan de Alimentación Escolar P.A.E. En el desarrollo de las capacitaciones se evidencio la importancia de recuperar las prácticas ancestrales en la población semilla, pues todos los problemas que presentaba el territorio ancestral indígena de Honduras eran causa de la desarmonización. Finalmente en compañía de ellos dos se formuló el proyecto “Fortalecimiento de la comunicación tanto para los  padres e hijos, como para los usos y costumbres de la palabra en el Territorio Indígena de Honduras en el Municipio de Morales – Cauca”.

Por otro lado desde el momento que comenzamos a compartir con los cabildantes se habló del XV Congreso Regional del Cauca que se llevaría a cabo en Rio Blanco – Sotará,  en este congreso se efectuaron los lineamientos en temas relacionados con educación, salud, ambiental, gobierno propio, administración y defensa del territorio en todo el departamento del Cauca. El congreso se realiza desde el 24 de febrero de 1971, cuando se da inicio al proceso de organización denominado Consejo Regional Indígena del Cauca –CRIC- el cual fue fundamental para la reivindicación por parte del Estado a las comunidades Indígenas.

 Ilustración 2 Rio Blanco - Sotará

 

Finalmente luego de concluir mi tiempo de prácticas administrativas y nuestro paso por los resguardos, doy inmensa agradecimiento a la vida y al Observatorio por permitirnos evidenciar las problemáticas que viven los indígenas y campesinos en sus lugares de vivienda, el tener la fortuna de compartir con personas que solo tenían amor por ofrecer a pesar de haber sido golpeados por la violencia, donde aun estando a kilómetros de mi casa siempre sentí el calor de un hogar. Cuando las cosas en Morales se complicaron y sentía miedo por mi vida, tome la determinación de no abandonar el proyecto pues ya había adquirido un amor y compromiso con cada uno de las personas que hicieron de Honduras mi lugar favorito en el mundo.

 

Experiencia profesional con OCOPOLIS Andres Arrollo

Andrés Arroyo narra su experiencia personal con la Comunidad Ancestral Indígena de Chimborazo. Municipio de Morales- Cauca. Experiencia de práctica profesional con OCOPOLIS y comunidades indígenas. En el marco del proyecto “Ruta de incidencia política en el sistema general de regalías, para comunidades afrodescendientes e indígenas”

Si no estas dispuesto a arriesgarte no esperes grandes historias- Anónimo

Falta realizar uno que otro trabajo, preparar algunas exposiciones y de seguro que serán unas pocas noches más de trasnocho para que el ciclo académico al que se le conoce como semestre llegue a su despedida. Las cervezas y el baile que suele acompañar la ceremonia de cierre esta vez vienen escoltadas de algo más, pues admito que, a diferencia de otros finales de semestre, en este siento una ligera intranquilidad o más bien ansiedad, por la incertidumbre que acompaña el proceso final de mi formación universitaria; la opción de grado. He confrontado las distintas opciones que la universidad propone como requisito para el cumplimiento del programa de administración pública, donde la opción que genera un panorama más incidente para aportar granos de tierra a la trasformación de la gestión del entorno en que nuestra vida diaria confluye, es la práctica administrativa.

En aquellos espacios de esparcimiento con los que se convive en la vida universitaria, con una compañera de estudio, solíamos anudar en debates filosóficos, políticos y económicos que en su mayoría se desenlazaban en la identificación de la necesidad que requiere el aparato estatal y sus dinámicas administrativas en articular procesos reales de descentralización, construyendo propuestas de desarrollo en la dirección ascendente del nivel micro al macro y no en viceversa. Así que cuando estaba reunido con el grupo de trabajo que conforma el Observatorio Colombiano de Políticas Públicas - OCOPOLIS -, el tercer sábado de enero del año en curso, en la habitual reunión de socialización bajo la dinámica de la tertulia, al ser mi turno para responder a la pregunta frente a los propósitos profesionales que cada uno de los partícipes tenía en ese momento, manifesté que deseaba hacer mis pasantías universitarias muy pero muy lejos de Bogotá.

Como médico de las organizaciones, el diario vivir de un administrador público está envuelto en la construcción de respuestas efectivas y eficaces a los  diagnósticos construidos con base a los diversos problemas y necesidades que se identifican, en ese sentido, después de haber sido notificado de la gran propuesta de hacer un trabajo  en campo como producto a mi peculiar respuesta de dicha reunión, bajo el proyecto Ruta de incidencia política en el sistema general de regalías para comunidades afrodescendientes e indígenas en el departamento del Cauca para el desarrollo de mis  prácticas administrativas, le di respuesta a todos los asuntos personales pendientes y a los requisitos administrativos para emprender mi viaje un día antes de terminarse el mes de febrero.

¿Por qué tan impaciente? –Me preguntaba mientras observaba la hora que indicaba mi celular, al estar debajo del sol y al lado de unas señoras que al igual que yo también deseaban con ansias la llegada del bus azul de trasporte público. Al parecer ese sería el último día por un buen tiempo en que estaría en mi ciudad, con la compañía de mi familia y de mi círculo social, de la comodidad de mis cosas, de mi zona de confort, pues ahora y por cinco meses estaría enfrentado no solo a un reto de conocimientos y praxis de los mismos, sino que a la par conviviría bajo otras lógicas culturales, otras realidades, otras necesidades. Es sin duda mi curiosidad, mi deseo por transformar e incidir lo que más me impulsaba en esos momentos de incertidumbre.

El día en que arribé uno de los municipios foco del proyecto mencionado con anterioridad, Morales, fue el día de mercado, donde encontré el primer contraste social y cultural. En primera medida fue extraño para mí que fuese el día sábado, pues la mayoría de entornos en los que he estado siempre ha sido el día domingo. Con el paso del tiempo luego descubrimos junto con mis dos compañeros de práctica, que la razón se cobijaba por un acuerdo económico de la zona, pues junto con los municipios del área limítrofe, efectuaron un calendario donde cada uno tenía destinado un día especifico de la semana para la apertura del mercado, logrando así la posibilidad de beneficiar la economía de la región. Desde la óptica administrativa se resalta la importancia de la articulación del trasfondo que busca desarrollar el articulo trecientos seis de la carta magna de finales del siglo veinte y otras instancias desde el campo jurídico, donde la coalición de gobiernos de los territorios logra permear una mejor gestión al no poner en discrepancia fronteras en los territorios, sino por el contrario canalizar las necesidades como puntos de encuentro abandonando la lógica centrípeta.

En el territorio donde converge nuestro proceso final de formación universitaria, confluye una alta pluriculturalidad, pues se encuentran: indígenas pertenecientes al pueblo Nasa; al pueblo Misak; población afro y población mestiza, poniendo en escena para el laboratorio de gestión grandes retos administrativos. Un pensador del siglo pasado, Georg Simmel, propone que la esencia e importancia del espacio no está dada solo desde la óptica de su esquema territorial sino desde su configuración espiritual, es decir, de los diversos lazos y relaciones que los sujetos construyen en la dinámica de relacionarse entre sí en el espacio. En dicho territorio mi experiencia se focalizó de manera diplomática en articular un trabajo de incidencia política y administrativa con el Territorio Indígena Ancestral de Chimborazo -TIAC- porque en la práctica mi acompañamiento se desarrolló a través de diversas necesidades administrativas que afrontaba la figura del Cabildo en su momento.

Al inicio del proceso de convivencia, fue notorio los contrastes sociales en el encuentro de dos mundos que parecen aun tener discrepancias, el rural y el urbano. Al ser un proyecto piloto para ambas partes, las dificultades  frente a lo logístico estuvieron latentes, pero sin duda fue esa peculiar situación la que dejo en el limbo la posibilidad para ampliar el proceso etnográfico y aquel sentipensante, el amor, que convive entre nuestra especie, pues hay que reconocer que ante las dificultades afrontadas al cambiar todo mi estado de confort varias personas del territorio proporcionaron su ayuda desinteresadamente, poniendo en la mesa una panorámica de lo humana que aún es la población rural.     

Puede leerse en esos libros con peculiar olor, donde se ha escrito construcciones de memoria frente al proyecto de nación de este territorio al que llamamos Colombia, quizás concebir y acercarse al entendimiento en propuestas visuales elementos históricos que dan cuenta de nuestro entorno social, tal vez escuchar música que refleja sentimientos y pensamientos de las cotidianidades culturales de los territorios, pero convivir con esas realidades, realmente transforma y enriquece la manera real de percibir el proyecto de nación, de la adaptación integral del reconocimiento del otro como agente trascendental en la construcción de cambio y de las muchas historias que alimentan nuestra crónica.

 Al estar allá estuve inmerso en esa neblina que ha destruido vidas, separados familias, que ha respaldado cuentas financieras de contadas personas, que ha ampliado la brecha de desigualdad, evaporizado ideologías políticas y demás, esa neblina que pareciera no estar a plena luz del día, pero que en el silencio de la noche camina sin cesar. Fue una experiencia que, como citadino corriente amplio mi espectro, genero dudas y también algo de intranquilidad, pero distinto era para la gente del territorio que realmente convive con la guerra, con la amenaza, con la clandestinidad, convirtiéndose en un argumento desvaneciente de la tranquilidad.

Podría decir que mi proceso in situ estuvo marcado por tres etapas de convivencia, la primera, de la cual ya se ha narrado estuvo enmarcada en el proceso de habitabilidad de un municipio de sexta categoría caracterizado ampliamente por la ruralidad. La segunda fase correspondió a vivir dentro de un territorio perteneciente a ese proyecto del mismo país que llaman Colombia, pero que sin duda es diferente en su esencia propia, me refiero a un territorio ancestral indígena (llamado erróneamente como resguardo), construido socialmente por una cultura nativa, administrativamente “autónoma” y ambientalmente diferente. Desde el principio me inquietaba estar en un espacio que no ha sido coaptado aun por las dinámicas pertenecientes al legado occidental que cohabitan en la mayoría del país, pues claramente evoca prácticas sociales distintas. Es tan incidente el autogobierno de la organización indígena, que sin hacer uso tanto física como simbólicamente de los mecanismos de violencia, que logró enfrentarse en dicha neblina por aquella temporalidad, alcanzando hacer trascender su autonomía sobre el concepto más importante que no se logra plasmar en palabras desde su cosmovisión porque es omnipresente en todo lo relacionado con la vida misma, el territorio.

Experiencia profesional con OCOPOLIS Andrea Alba

Andrea Alba narra su experiencia personal con la Comunidad Ancestral Indígena de Caquiona. Municipio de Almaguer- Cauca.  Experiencia profesional con OCOPOLIS y comunidades indígenas. En el marco del proyecto “Ruta de incidencia política en el sistema general de regalías, para comunidadesfrodescendientes e indígenas”

“Navegar se hace preciso” – Fito Paez

Pensarse una experiencia y poder describirla sin faltar a la realidad resulta una difícil tarea, aun así y en la brevedad de mis palabras espero complacer al lector.

El lenguaje como comunicación no lineal, la educación como espacio de construcción y reproducción cultural, la tierra como madre y el territorio como sustento de vida. Aprendizaje obtenido durante mi vivencia entre Yanaconas, ¿y cómo son los Yanaconas? me preguntaba ansiosa, probablemente no hay mejor descripción que aquella aportada por sus nativos, descripción que me permito compartir en las siguientes líneas:

 “El Yanacona es espacio, es tiempo, es vivir, es caminar entre colores y formas, es trabajar entre montañas, entre espesa selva, entre ríos, en medio de ciudades, es esperar al amanecer para labrar el camino y llegar en la noche para conversar sobre lo vivido y aprendido, es tejer pensamiento, es danzar al ritmo del viento, es celebrar a los espíritus, es pensar en comunidad, es compartir, es procurar una gran cobija que nos abrigue en todos los rincones donde exista un Yanacona”. Plan salvaguarda, 2014

Con expreso cariño puedo decir que trabajar entre montañas implica agudizar la capacidad de escritura, la intuición y el asombro, comprender desde la sensibilidad más allá de lo evidente, desdibujar supuestos y enfrentar realidades, cambiar comodidades por agradecimientos, involucrarse y generar un proceso de afectación mutua descubriendo que el aprendizaje ocurre en distintas direcciones, reconocerse como parte de una comunidad, enamorarse. Finalmente, regreso a mi bella ciudad, sabiendo que “siempre acabamos llegando a donde nos esperan”

CONCLUSIÓN EXITOSA DEL CURSO HERRAMIENTAS PARA EL ANÁLISIS E INCIDENCIA EN POLÍTICAS PÚBLICAS

Nos complace felicitar a los 113 líderes y lideresas sociales de todo el país que culminaron exitosamente nuestra primera versión del curso virtual “Herramientas para el Análisis e Incidencia en Políticas Públicas”. Igualmente, agradecemos a los 591 participantes que iniciaron el curso y que por sus multiples compromisos laborales y sociales no lograron finalizarlo; sin embargo, el Observatorio Colombiano de Políticas Públicas - OCOPOLIS evaluó la alta pertinencia de este curso y decidió realizar una siguiente versión. Por lo tanto esperamos que los 1751 ciudadanos y ciudadanas que se inscribieron para esta versión, puedan contar con un espacio en las siguientes oportunidades y extender la invitación a las demás personas interesadas.
 
La implementación del curso fue un esfuerzo valioso para el equipo académico (docentes y tutores) de la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas del Observatorio OCOPOLIS, ya que se verificó la pertinencia de brindar herramientas conceptuales, técnicas y metodológicas a procesos sociales y comunitarios que tienen la intención de emprender ejercicios de acción colectiva para la incidencia en las políticas municipales, departamentales y nacionales, determinando su agendación, diseño, desarrollo, ajuste o cambio, con el fin de lograr la protección y garantía efectiva de los derechos de la población y/o territorio.
 
Este proceso de formación se estructuró en los siguientes cinco (5) módulos:  1. El gobierno por políticas públicas; 2. El proceso de incidencia en políticas públicas; 3. Herramientas para el análisis de políticas públicas; 4. Herramientas para la incidencia; y 5. Herramientas para aumentar la capacidad de incidencia. Metodológicamente, los participantes contaron para cada módulo con documentos teóricos interactivos, videos de un experto, material bibliográfico y herramientas técnicas.
 
Adicionalmente, los 591 participantes organizados en 11 grupos compuestos por personas de todo el país, contaron con espacios de intercambio (foros, chats y actividades) con los demás participantes, en donde compartieron sus conocimientos sobre los temas desarrollados, el territorio, políticas públicas y los procesos de incidencia, haciendo de éste, un espacio rico en experiencias.  Igualmente, cada grupo estuvo guiado por un tutor experto en políticas públicas, que acompañó a las y los participantes, les brindó asesoría y recomendaciones para mejorar sus procesos de incidencia en los territorios.
 
Como resultado del proceso de formación, cada participante diseño un plan de incidencia en una política pública de su interes y que afecta los grupos sociales con los que desarrollan sus procesos sociales en los diferentes ámbitos y territorios. Se evidenciaron algunos frentes de incidencia en políticas relacionadas con el medio ambiente, tierras, paz, mineria, TICS, arte, movilidad, espacio público, salud, educación, victimas del conflicto armado, mujeres, población en condición de discapacidad, población LGBTI, juventudes, entre otros.
 
En el desarrollo del proceso de formación para los gestores de incidencia en políticas públicas, la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas agendó en sus intereses y trazó como objetivo el necesario acompañamiento a 1. procesos de incidencia de los y las líderes sociales que culminaran satisfactoriamente el curso y 2. Aquellos procesos que estuvieran interesados en beneficiarse de dicho acompañamiento. Por lo tanto el Observatorio, dará inicio al proyecto Plataforma social de incidencia en políticas públicas, que tendrá como primer grupo de trabajo los 113 procesos que se identificaron en el marco de este curso virtual y para el cual se pondrá a disposición un espacio de encuentro e intercambio permanente en la plataforma educativa de la Escuela de gobierno y políticas públicas de OCOPOLIS.

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Participación territorial
En cuanto a la participación territorial, se observa que del grupo de 113 lideres sociales certificados, corresponde a población ubicada geograficamente así: Cundinamarca (13%), Valle del Cauca (12%), Bogotá (12%), Atlántico (9%), Antioquia (7%), Bolivar (7%) y Norte de Santander (7%); eL restante corresponde a regiones como Magdalena, Boyacá, Cesar, Nariño, La Guajira, Chocó, Huila, Risaralda, Arauca, Caquetá, Casanare, Cauca, Guaviare, Meta, Santander, Sucre y Tolima y se distributen en un rango del 1% al 5%.
 
Valoración del curso
Al finalizar el curso se realizó una encuesta de satisfacción que tuvo en cuenta elementos cuantitativos y cualitativos, y acá se presentan los resultados generales.
Algunos datos
En la encuesta de satisfacción a los participantes que culminaron el proceso, se presentaron algunos temas a valorar indicando en una escala de 1 a 5 su nivel de satisfacción en los siguientes aspectos.
 
  • Valoración general del curso virtual: 4,71 en promedio
  • Valoración del acompañamiento de los tutores del curso virtual: 4,40 en promedio
  • Valoración de la facilidad en el manejo de la plataforma virtual: 4,61 en promedio
  • Valoración de la metodología del curso: 4,53 en promedio
  • Valoración del interactivo con los contenidos en cada módulo: 4,58 en promedio
  • Valoración de los videos: 4,60 en promedio
  • Valoración de las actividades o tareas de aprendizaje: 4,58 en promedio
Algunos Comentarios
Los estudiantes nos dejaron valiosas observaciones del curso. Algunas de ellas:
 
 
“Solo agradecerles por el acompañamiento y la realización del curso, ya que nos sirve mucho en los procesos venideros no solo como líderes, comunidad sino como profesionales... importante continuar ligados a los procesos en caso de asesorías, en acciones permanentes de aporte bibliográfico o apoyo escrito de antecedentes”.
Luz Marina Gutiérrez Vidales, Palmira, Valle del Cauca.
 
 
“Seguir apoyando la sociedad para que aprendan como tema de la política de Colombia”.José María Conchacala, Santa marta, Magdalena.
 
 
“Continuar con los cursos por ejemplo la evaluación de las políticas, para quienes terminaron este módulo y orientaciones de construcción para las nuevas políticas públicas que ha aprobado el gobierno nacional o para las actualizaciones”.
Hercilia Daraviña Plaza, Guadalajara De Buga, Valle Del Cauca.
 
 
“Me ha sido de gran ayuda para planear actividades de incidencia y acción colectiva en la defensa de los recursos hídricos del Oriente Antioqueño”.
John Alexander Echeverry Ocampo San Luis, Antioquia.
 
“Agradecerles por el tiempo y la oportunidad de reforzar conocimientos, considero como recomendación incluyan en estos espacios no solo a las personas que con base en su trabajo y experiencia laboral se dedican a manejar estos temas incluir a estudiantes universitarios considero que sería una excelente experiencia para que aprendan a manejar estos conceptos”.
Carolina Andrea Eraso Coral, Pasto, Nariño.
 
 
“Más cursos así para la gente por favor :3 (^^)/”.
Maria Isabel Ramos Dominguez, Atlántico, Puerto Colombia.
 
 
“Agradecerles, fue un tema nuevo para mí, aprendí mucho y seguiré investigando”.
José Dolcey Irreño Oliveros, Tunja, Boyacá.
 
 
“Esta experiencia de aprendizaje virtual es un gran aporte para la cualificación de los liderazgos sociales y territoriales, es importante fortalecerla y extenderla a otras temáticas y una mayor población beneficiaria”.
Luis Orlando Serrano Torres, Bogotá D.C.
 
 
Agradecemos al equipo académico de la Escuela de gobierno y políticas públicas del observatorio que hizo posible la realización del curso.
 
Docentes
Javier Andrés Baquero
Diego Armando Rodríguez
 
Tutores
Luís Rojas
Andrea Suarez
Carolina Santamaria
Jair Acevedo
Paula Cubides
Andrés Arroyo
Natalia Barrero
Andrea Garcia
Fabian Arias
Andrea Caballero
Andrés Camilo Luengas

 

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